IMPORTANTE
- 100% de agudeza visual o unos ojos sanos no es suficiente para tener una BUENA VISIÓN EFICAZ.
- Neurológicamente, en los 6 primeros años de vida, la visión tiene más plasticidad para aprender y ser estimulada.
- Un diagnóstico precoz de un problema visual evita problemas mayores.
- El 15-30% de los problemas de aprendizaje se deben a un problema visual no diagnosticado.
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jueves, 8 de septiembre de 2016

Testimonio - Al ver que mejoraba, se convirtió en la mejor aliada de su rehabilitación

Ayelén llegó a nosotras con una infinidad de dificultades y una preocupación enorme de sus padres. Tanto, que estuvieron dispuestos a venir desde Buenos Aires (ARGENTINA!!!) para que evaluaramos a su hija y le dieramos un diagnóstico.
No pensé que después fueran a realizar el tratamiento con la distancia que había entre nosotras y su casa. ¡¡Lo hicieron!!
No pensé que fueran a acabarlo. ¡¡¡Lo hicieron!!!

El gran esfuerzo de esta familia no solo trabajando en casa a diario, sino viniendo de Buenos Aires a Madrid cada cierto tiempo con el único objetivo de ayudar a su hija, ES LOABLE. El esfuerzo dio su recompensa. ¡Enhorabuena a la familia entera!


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Desde que Ayelén era pequeña, notábamos que tenía dificultades en comprender las consignas, su trabajo era muy desprolijo y le costaba mucho mantener la atención en clase. Cuando fue creciendo se agregaron otras dificultades, fobia escolar, mala relación con los pares y por consiguiente poca integración. Muy pesimista, parecía siempre menos madura que las niñas de su edad. 
En casa se mostraba poco cariñosa, especialmente conmigo, no quería mimos ni caricias, parecía una niñita muy "dura" que vivía en su mundo. 

Consultamos a un sinnúmero de profesionales, psicopedagogos, psicólogos, neurolingüístas y psiconeurólogos entre otros. Tuvimos muchos y diferentes diagnósticos, ADD, disfacia, pero los más preocupantes fueron autismo de alto rendimiento y síndrome de Asperger. 

Recuerdo la desesperación que sentía frente a lo que parecía irreversible. Empecé a leer muchos libros sobre esos temas y mi intuición me indicó que debía encontrar otros caminos, que los diagnósticos no coincidían con los síntomas que veía en Ayelén. 

Navegué horas interminables en Internet, hasta que di con el Blog de Rosa María. Empecé a sospechar que tal vez los problemas de Ayelén estuvieran relacionados con la función visual y la integración de reflejos primitivos. 

Le envié un mail en 2014. La posibilidad de tratar a Ayelén en Madrid me parecía una utopía, dado que vivimos en Buenos Aires. Sin embargo, la calidez de su respuesta me animó, y en julio del 2014 estábamos en Conciencia Visual, en manos de Estibaliz, pues Rosa estaba dando a luz en esos días. 

La experiencia fue buenísima, la evaluación de Ayelén completísima, el diagnóstico alentador. Tuve, por primera vez en todos esos años la certeza de haber encontrado el camino a recorrer para la rehabilitación de Ayelén. 

Viajábamos a Madrid cada dos o tres meses. Cada vez, Estibaliz comprobaba los avances y cambiaba los ejercicios. Estibaliz es muy profesional, sabe muchísimo, es muy contenedora y parecía entender exactamente el origen o la causa de cada dificultad de Ayelén. Nos sentíamos muy seguras en manos de alguien que sabe claramente lo que hay que hacer. 

En casa, cada día hacíamos ejercicios que duraban una media hora cinco días a la semana y quince minutos dos días por semana. Al principio fue muy difícil porque Ayelén no quería hacerlos. Hubo momentos en que el cansancio después de la jornada en el colegio, conspiraban contra la buena predisposición para ejercitar los ojos, los brazos, la forma de tomar el lápiz, etc., etc..... Sin embargo, poco a poco Ayelén comenzó a sentir que veía mejor, que ya no se le movían las letras en el cuaderno, que no se cansaba tanto escribiendo, que su humor mejoraba, que no le dolía la cabeza y en ese momento se convirtió en la mejor aliada de su rehabilitación.

Dos años más tarde y ocho consultas transcurridas, Ayelén obtuvo su alta. Hoy es otra persona, tan madura como el resto de sus amigas, sin fobias escolares, cariñosa, alegre, optimista y sus notas escolares con mención "Felicitación". 

Este es un mensaje para todos los padres que cansados de recorrer especialistas no encuentran diagnóstico para sus hijos o no obtienen resultados en las terapias. No dejen de considerar la Optometría Comportamental y en especial a Rosa María y Estibaliz para acompañarlos en la recuperación de sus hijos. Nunca les agradeceremos lo suficiente el cambio que todo esto significó para la vida de nuestra familia. Gracias y hasta siempre. 

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A vosotros. Fue un placer conoceros. ¡¡Hasta la próxima revisión!! :)

martes, 6 de septiembre de 2016

Testimonio - Pensé que jamás le gustaría leer a mi hijo.

De nuevo os ofrezco una luz al final de vuestro camino. Otra madre ha querido compartir la historia de su hijo y su familia para intentar ayudar a otros padres que anden un poco perdidos con las dificultades escolares de sus hijos. Lo que más me gusta es lo que dice esta madre en el último párrafo:

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Quisiera compartir con otras familias mi experiencia con las terapias sobre la visión por si alguno se siente identificado y pueden ayudarle. 

Tengo un hijo que ahora tiene 12 años y ha terminado primero de la ESO con buenas notas. Como a la mayoría de los niños, le encantaba que le leyera cuentos desde bebé. Como a mí me gusta mucho leer, era una cosa que hacíamos a diario. Sin saber leer, era capaz de recordar los títulos de los cuentos y el orden en la que estaban en el libro con una sola vez que los leyera, así que pensé que cuando empezara a leer iba a ir corriendo a por los libros a leerlos el mismo. 

Aprendió a leer normalmente en el último año de infantil, de hecho fue de los primeros que aprendió… pero no quería saber nada de leer el sólo. Al principio no le di importancia y le seguía leyendo yo y las cosas iban normalmente en el colegio con un buen rendimiento. 

Las cosas se complicaron en tercero de primaria. Comenzó a tener tareas muy pautadas, copia de enunciados, textos… Eso fue un infierno. Era imposible avanzar en las tareas. Actividades de media hora se alargaban hasta 4 horas. Además tenía mala letra y presentación de los trabajos por mucho que se esforzara, cuestión que le costaba reproches de su ‘profesora’. 

Él se ponía a hacer sus deberes con la mejor intención, pero al poco rato era imposible: se distraía, se cansaba… y acababa llorando diciendo que él no podía hacerlo. Esto sentándome yo con él, nada de trabajar solo. Yo no creía que estuviera demandando mi atención ni nada parecido, ya que esos ratos no lo pasaba bien nadie. La verdad es que las tareas eran un tormento diario. Y de leer ni hablemos, claro. 

Por casualidades que no vienen a cuento, oí hablar de la Optometría Comportamental y me decidí a consultar. Conocí a Rosa buscando en Internet. Llamé por teléfono, hablamos, me explicó y aclaró todas mis dudas y fuimos a consulta. La verdad es que fue la mejor decisión que pude tomar. 

Como ya sabía, mi hijo tenía una agudeza visual perfecta (por lo que en las revisiones ‘normales’ de la vista nunca encontraban nada), pero tenía otros problemas que le hacía perder la línea, saltar palabras, cansancio para cambiar el enfoque y reflejos activos que afectaban a su escritura. 

Estuvimos en terapia durante un año aproximadamente, pero antes de acabar el curso (comenzamos un septiembre/octubre), ya iba él solo a su cuarto a hacer la tarea si tener que decirle nada… en un tiempo record (a veces demasiado rápido :)). El cambio ha sido radical en todos los aspectos, no sólo en las tareas. Él está más tranquilo (al final tenía también problemas de ansiedad), no se cansa tan pronto con las actividades de lectoescritura y tiene confianza en su trabajo. Estoy segura que si no hubiéramos ‘descubierto’ a Rosa, ahora sería un el típico niño con la autoestima por los suelos, malas notas y del que se diría que ,’¡qué pena, con lo listo que es, sino fuera tan vago…!’

Solo puedo deciros que no creo que ningún niño rechace aprender sin algún motivo, ni creo que quieran ‘fastidiar’ a los padres negándose a estudiar. Siempre hay alguna razón que tenemos que descubrir para ayudarles. En mi caso, la encontré en la consulta de Rosa.
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I. era un niño siempre muy dispuesto a mejorar y cambiar su situación escolar, acudía siempre contento a cada sesión de terapia y trabajaban muy bien en casa. Él mismo vio la mejora y eso le motivó a realizar y acabar el tratamiento.

Muchas gracias por vuestro buen trabajo, fue muy fácil ayudaros :)
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