IMPORTANTE
- 100% de agudeza visual o unos ojos sanos no es suficiente para tener una BUENA VISIÓN EFICAZ.
- Neurológicamente, en los 6 primeros años de vida, la visión tiene más plasticidad para aprender y ser estimulada.
- Un diagnóstico precoz de un problema visual evita problemas mayores.
- El 15-30% de los problemas de aprendizaje se deben a un problema visual no diagnosticado.
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jueves, 8 de septiembre de 2016

Testimonio - Al ver que mejoraba, se convirtió en la mejor aliada de su rehabilitación

Ayelén llegó a nosotras con una infinidad de dificultades y una preocupación enorme de sus padres. Tanto, que estuvieron dispuestos a venir desde Buenos Aires (ARGENTINA!!!) para que evaluaramos a su hija y le dieramos un diagnóstico.
No pensé que después fueran a realizar el tratamiento con la distancia que había entre nosotras y su casa. ¡¡Lo hicieron!!
No pensé que fueran a acabarlo. ¡¡¡Lo hicieron!!!

El gran esfuerzo de esta familia no solo trabajando en casa a diario, sino viniendo de Buenos Aires a Madrid cada cierto tiempo con el único objetivo de ayudar a su hija, ES LOABLE. El esfuerzo dio su recompensa. ¡Enhorabuena a la familia entera!


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Desde que Ayelén era pequeña, notábamos que tenía dificultades en comprender las consignas, su trabajo era muy desprolijo y le costaba mucho mantener la atención en clase. Cuando fue creciendo se agregaron otras dificultades, fobia escolar, mala relación con los pares y por consiguiente poca integración. Muy pesimista, parecía siempre menos madura que las niñas de su edad. 
En casa se mostraba poco cariñosa, especialmente conmigo, no quería mimos ni caricias, parecía una niñita muy "dura" que vivía en su mundo. 

Consultamos a un sinnúmero de profesionales, psicopedagogos, psicólogos, neurolingüístas y psiconeurólogos entre otros. Tuvimos muchos y diferentes diagnósticos, ADD, disfacia, pero los más preocupantes fueron autismo de alto rendimiento y síndrome de Asperger. 

Recuerdo la desesperación que sentía frente a lo que parecía irreversible. Empecé a leer muchos libros sobre esos temas y mi intuición me indicó que debía encontrar otros caminos, que los diagnósticos no coincidían con los síntomas que veía en Ayelén. 

Navegué horas interminables en Internet, hasta que di con el Blog de Rosa María. Empecé a sospechar que tal vez los problemas de Ayelén estuvieran relacionados con la función visual y la integración de reflejos primitivos. 

Le envié un mail en 2014. La posibilidad de tratar a Ayelén en Madrid me parecía una utopía, dado que vivimos en Buenos Aires. Sin embargo, la calidez de su respuesta me animó, y en julio del 2014 estábamos en Conciencia Visual, en manos de Estibaliz, pues Rosa estaba dando a luz en esos días. 

La experiencia fue buenísima, la evaluación de Ayelén completísima, el diagnóstico alentador. Tuve, por primera vez en todos esos años la certeza de haber encontrado el camino a recorrer para la rehabilitación de Ayelén. 

Viajábamos a Madrid cada dos o tres meses. Cada vez, Estibaliz comprobaba los avances y cambiaba los ejercicios. Estibaliz es muy profesional, sabe muchísimo, es muy contenedora y parecía entender exactamente el origen o la causa de cada dificultad de Ayelén. Nos sentíamos muy seguras en manos de alguien que sabe claramente lo que hay que hacer. 

En casa, cada día hacíamos ejercicios que duraban una media hora cinco días a la semana y quince minutos dos días por semana. Al principio fue muy difícil porque Ayelén no quería hacerlos. Hubo momentos en que el cansancio después de la jornada en el colegio, conspiraban contra la buena predisposición para ejercitar los ojos, los brazos, la forma de tomar el lápiz, etc., etc..... Sin embargo, poco a poco Ayelén comenzó a sentir que veía mejor, que ya no se le movían las letras en el cuaderno, que no se cansaba tanto escribiendo, que su humor mejoraba, que no le dolía la cabeza y en ese momento se convirtió en la mejor aliada de su rehabilitación.

Dos años más tarde y ocho consultas transcurridas, Ayelén obtuvo su alta. Hoy es otra persona, tan madura como el resto de sus amigas, sin fobias escolares, cariñosa, alegre, optimista y sus notas escolares con mención "Felicitación". 

Este es un mensaje para todos los padres que cansados de recorrer especialistas no encuentran diagnóstico para sus hijos o no obtienen resultados en las terapias. No dejen de considerar la Optometría Comportamental y en especial a Rosa María y Estibaliz para acompañarlos en la recuperación de sus hijos. Nunca les agradeceremos lo suficiente el cambio que todo esto significó para la vida de nuestra familia. Gracias y hasta siempre. 

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A vosotros. Fue un placer conoceros. ¡¡Hasta la próxima revisión!! :)

martes, 6 de septiembre de 2016

Testimonio - Pensé que jamás le gustaría leer a mi hijo.

De nuevo os ofrezco una luz al final de vuestro camino. Otra madre ha querido compartir la historia de su hijo y su familia para intentar ayudar a otros padres que anden un poco perdidos con las dificultades escolares de sus hijos. Lo que más me gusta es lo que dice esta madre en el último párrafo:

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Quisiera compartir con otras familias mi experiencia con las terapias sobre la visión por si alguno se siente identificado y pueden ayudarle. 

Tengo un hijo que ahora tiene 12 años y ha terminado primero de la ESO con buenas notas. Como a la mayoría de los niños, le encantaba que le leyera cuentos desde bebé. Como a mí me gusta mucho leer, era una cosa que hacíamos a diario. Sin saber leer, era capaz de recordar los títulos de los cuentos y el orden en la que estaban en el libro con una sola vez que los leyera, así que pensé que cuando empezara a leer iba a ir corriendo a por los libros a leerlos el mismo. 

Aprendió a leer normalmente en el último año de infantil, de hecho fue de los primeros que aprendió… pero no quería saber nada de leer el sólo. Al principio no le di importancia y le seguía leyendo yo y las cosas iban normalmente en el colegio con un buen rendimiento. 

Las cosas se complicaron en tercero de primaria. Comenzó a tener tareas muy pautadas, copia de enunciados, textos… Eso fue un infierno. Era imposible avanzar en las tareas. Actividades de media hora se alargaban hasta 4 horas. Además tenía mala letra y presentación de los trabajos por mucho que se esforzara, cuestión que le costaba reproches de su ‘profesora’. 

Él se ponía a hacer sus deberes con la mejor intención, pero al poco rato era imposible: se distraía, se cansaba… y acababa llorando diciendo que él no podía hacerlo. Esto sentándome yo con él, nada de trabajar solo. Yo no creía que estuviera demandando mi atención ni nada parecido, ya que esos ratos no lo pasaba bien nadie. La verdad es que las tareas eran un tormento diario. Y de leer ni hablemos, claro. 

Por casualidades que no vienen a cuento, oí hablar de la Optometría Comportamental y me decidí a consultar. Conocí a Rosa buscando en Internet. Llamé por teléfono, hablamos, me explicó y aclaró todas mis dudas y fuimos a consulta. La verdad es que fue la mejor decisión que pude tomar. 

Como ya sabía, mi hijo tenía una agudeza visual perfecta (por lo que en las revisiones ‘normales’ de la vista nunca encontraban nada), pero tenía otros problemas que le hacía perder la línea, saltar palabras, cansancio para cambiar el enfoque y reflejos activos que afectaban a su escritura. 

Estuvimos en terapia durante un año aproximadamente, pero antes de acabar el curso (comenzamos un septiembre/octubre), ya iba él solo a su cuarto a hacer la tarea si tener que decirle nada… en un tiempo record (a veces demasiado rápido :)). El cambio ha sido radical en todos los aspectos, no sólo en las tareas. Él está más tranquilo (al final tenía también problemas de ansiedad), no se cansa tan pronto con las actividades de lectoescritura y tiene confianza en su trabajo. Estoy segura que si no hubiéramos ‘descubierto’ a Rosa, ahora sería un el típico niño con la autoestima por los suelos, malas notas y del que se diría que ,’¡qué pena, con lo listo que es, sino fuera tan vago…!’

Solo puedo deciros que no creo que ningún niño rechace aprender sin algún motivo, ni creo que quieran ‘fastidiar’ a los padres negándose a estudiar. Siempre hay alguna razón que tenemos que descubrir para ayudarles. En mi caso, la encontré en la consulta de Rosa.
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I. era un niño siempre muy dispuesto a mejorar y cambiar su situación escolar, acudía siempre contento a cada sesión de terapia y trabajaban muy bien en casa. Él mismo vio la mejora y eso le motivó a realizar y acabar el tratamiento.

Muchas gracias por vuestro buen trabajo, fue muy fácil ayudaros :)

miércoles, 9 de marzo de 2016

¿La VISIÓN en el CALENDARIO DE LAS REVISIONES PEDIÁTRICAS?

Año tras año veo con tristeza la poca importancia que se le da a la VISIÓN en los más pequeños de la casa.

En el calendario de las revisiones pediatricas, la REVISIÓN VISUAL aparece a los 4 años, y menos mal porque creo que antes aparecía a los 6 años :O

LA REVISIÓN DE LA VISIÓN EN UN BEBÉ RECIÉN NACIDO


Cuando tenemos un bebé, el pediatra o incluso el oftalmólogo pediátrico del hospital donde ha nacido, a día siguiente o a los dos días de nacer, revisa sus reflejos pupilares, la respuestsa pupilar, le mira la retina o fondo de ojo para ver si está dentro de la normalidad, si hay un estrabismo evidente o si tienen alguna infección en el ojo (tipo conjuntivitis) porque haya entrado en contacto el meconio con sus ojitos. Por precaución de hecho, SIEMPRE nada más nacer, les instilan unas gotas para prevenir infecciones oculares por este mismo motivo.  Esta revisión dura entre 5 y 10 minutos, que con un bebé tampoco puedes estar mucho más tiempo o hacer muchas más cosas.


¿LA VISIÓN EN EL CALENDARIO DE LAS REVISIONES PEDIÁTRICAS?


Después de esto, yo he visto asombrada como al llevar a mi bebé a su revisiones pediátricas en ningún momento le miraban de nuevo los ojos. NADA, ABSOLUTAMENTE NADA.

Además, el pediatra de la Seguridad Social, tienen pautado una serie de hitos que el bebé debe haber cumplido previo a cada revisión, y básicamente preguntan a los padres los primeros meses, cómo come, cantidad que come, cómo duerme, horas que duerme, si notamos que descansa, si "notamos alguna cosa"(...y le pregunta eso tanto a padres expertos como a padres novatos...), y lo que más gracia me hace, preguntan: "si se le baña todos los días, o si se le saca a pasear todos los días" ;) Imagino que será por aquello de que las rutinas son buenas para los bebés.
Si se coge algún catarro, le miran los oídos, pero tampoco le hacen ninguna prueba de audición y sólo si hay catarro si no, ni eso.

En los primeros meses lo más importante es crear unos hábitos saludables en el bebé, comprobar que el ambiente familiar y social es el adecuado, prevenir la aparición de enfermedades infecciosas mediante la vacunación y realizar una detección precoz de anomalías congénitas y de riesgos para la salud del bebé.

Esto está muy bien, pero... en 18 meses y medio que he estado llevando a mi bebé a sus revisión según el calendario vacunal, NI UNA SOLA VEZ LE HA MIRADO LOS OJOS O COMPROBADO "DE ALGUNA MANERA" CÓMO VE Y SI VE CON LOS DOS OJOS. NI SIQUIERA NOS HA HECHO NINGUNA PREGUNTA AL RESPECTO (si le llaman la atención los muñecos, si tiende a cogerlos, si detecta movimiento, si los detecta igual de rápido cuando aparecen por un lado que por el otro o por arriba,...).

Pero además, no sólo eso, a NIVEL AUDITIVO tampoco preguntan si le llama la atención los estímulos con ruido, si reacciona a ruidos fuertes o repentinos, si reacciona a los ruidos tanto si se los presentas desde un oído como desde el otro...

O incluso no preguntan si se tumba boca abajo, si levanta la cabeza, si la gira de igual forma hacia ambos lados, si intenta coger muñecos en el suelo, si se voltea hacia ambos lados por igual, si se arrastra, si manipula objetos en sus manos,... Sólo preguntan por su COORDINACIÓN MOTORA en la revisión de los 12 meses, dado que a la edad aproximada de 7-8 meses deberían empezar a gatear.  En las revisiones anteriores no preguntan nada sobre su DESARROLLO MOTOR.

Sin embargo, en la revisión de los 18 meses (la enfermera, que ni siquiera le revisa su pediatra), pregunta si ya hace garabatos... No me eché las manos a la cabeza de milagro. Me mordí la lengua y seguí con la revisión.


A menos que el bebé haya tenido una caída grande (que le revisan de nuevo retina), si desvía un ojo de forma MUY evidente, o si tiene alguna conjuntivitis, supuración o lagrimeo constante en un ojito, los padres no detectan que el bebé tiene ningún problema visual u ocular. Por tanto, como no hay pautado que le revise los ojos el pediatra ni tampoco el oftalmólogo pediatrico, no pueden exigir una revisión visual rutinaria :(

Algunos padres con antecedentes en la visión (graduación, estrabismo, ojo vago, patologías oculares, etc.) sí insisten en que el pediatra les derive cuanto antes a un oftalmólogo pediatrico que detecte o descarte algún problema visual u ocular en el bebé.

Pero si el problema no es evidente a los ojos de un padre, de una abuela o incluso de un pediatra, hasta la REVISIÓN DE LOS 4 AÑOS, que se hace también con el oftalmólogo pediátrico, no se comprueba la VISIÓN. A los 4 años miden la AGUDEZA VISUAL por primera vez, es decir, cuánto ve un niño y no se descubre antes un problema tan impotante como es el OJO VAGO o la AMBLIOPÍA. En estos casos uno de los ojos ve peor que el otro. Si uno ojo tiene buena agudeza visual, el niño no tiene la picardía de cerrar un ojo para ver cómo ve con cada uno y comparar (si esto ocurriera él mismo se quejaría de que ve mal con uno de sus ojos), cuando esto ocurreo el niño suele ser más mayor. 
Se detectaría precozmente si en las revisiones anteriores hechas por su pediatra, le comprobara simplemente su "respuesta a la oclusión", es decir, si a un bebé con ojo vago que está jugando entre sus manos con un juguete, tú le tapas el ojito bueno, (sin tocar su cara, sólo sobreponiendo sobre su ojo tu dedo gordo o algunos de tus dedos), de un manotazo te quitará tu mano; pero si le tapas el ojo malo, no habrá respuesta por su parte y seguirá jugando. Lo mismo ocurre cuando no hay ningún ojo vago y ve bien con los dos ojos, la respuestas es la misma con ambos, seguirá jugando aunque tú le tapes un ojo.

A veces incluso pasan desapercibidos estrabismos intermintentes que no se muestrasn de forma evidente las 24 horas del día, sino sólo cuando está cansado el niño o está enfermo (débil).


Esta tarde me ha llamado una madre horrorizada de la atención oftalmológica que ha recibido su hija de 4 años en la revisión rutinaria del oftalmólogo de la Seguridad Social. Le detectan por primera vez en 4 años de su vida que tiene una hipermetropía moderada y que uno de sus ojos tiene una agudeza visual del 30%, y le mandan 12 horas de parche, de las cuales muchas de ellas las tiene que hacer en el colegio... "¡¿Viendo sólo un 30%?!" Le pregunta la madre.  ¿Por qué ese castigo? Y encima la ofltamóloga pediatrica le dice que tiene que hacerlo sí o sí porque "ya van tarde" ¡¡¿Con 4 años?!! Se pregunta la madre sorprendida "¿Por qué nadie se lo ha detectado antes?" Quizás porque hasta ese momento se piensa que un niño no puede indicar lo que ve diciendo unas letras (quizás, si se las sabe) o indicar la dirección de las patitas de una "E"... Mi ahijado, con 2 años y medio, ya era capaz de indicarme lo que veía con una "E" entre sus manos. Los niños pueden dar más información de la que pensamos. Y dando cosas como estas por sentado, se detectan problemas mucho más tarde de lo que se podían haber detectado.

Y quien dice una amliopía, dice un estrabismo (o desviación ocular) o una catarata congénita que les pasa desapercibida incluso al nacer, etc.
 
Unos minutos más en cada revisión del pediatra permite detectar problemas visuales futuros importantes.

Pero peor aún es cuando algunos oftalmólogos pediátricos les dicen a los padres cuando su hijo no llega al 100% de agudeza visual con 4 años, "que puede ser normal", que el ojo no se ha desarrollado del todo o que no colabora bien por la edad y que ya lo desarollará. A la edad de 4 años, con una maduración de 4 años, un niño puede darte esa información perfectamente. Y de hecho, SI NO ALCANZA EL 100%, POSIBLEMENTE ESTEMOS ANTE UN OJO VAGO, Y DEJAR PASAR EL TIEMPO NO ES LA MEJOR SOLUCIÓN. Cuanto antes le demos una ayuda más lo agradecerá el niño.



IMPORTANCIA DE LA VISIÓN EN LAS REVISIONES SEGÚN CRECE EL NIÑO


En el calendario de las revisiones pediatricas, no le corresponde a un niño sano otra revisión visual hasta los 8 años.

El paso de Educación Infantil a Primaria  A LOS 6 AÑOS, supone un fuerte cambio a nivel visual. La demanda visual aumenta considerablemente al introducir de forma constante la lectura y la escritura en sus tareas diarias.

Todas las habilidades visuales (agudeza visual, movimientos oculares, enfoque o acomodación, flexibilidad acomodativa, convergencia, divergencia, visión tridimensional,...), habilidades perceptuales, lateralidad,... TODO debe haberse desarrollado con normalidad a los 6 años para que el niño pueda hacer frente a la demanda escolar de Primaria sin manifestar dificultades o problemas de aprendizaje.

A ESTA EDAD MÁS QUE A NINGUNA, ES NECESARIO HACERLE TANTO UNA EVALUACIÓN OFTALMOLOGICA COMO UNA EVALUACIÓN OPTOMÉTRICA. Ambas evaluaciones visuales son diferentes y complementarias. Juntas nos dan una información completa de cómo está y se ha desarrollado su VISIÓN.

Si la revisión oftalmológica no está en el calendario de las revisiones pediátricas a los 6 años, les recomiendo a los padres que tengan niños que en el curso que viene vayan a comenzar Primaria, que les vayan pidiendo cita tanto a los oftalmólogos como a los optometristas para verificar que todo esté bien y preparado visualmente para empezar bien el curso que viene y si no, empezar a tomar medidas para ayudarle. ¿A qué esperas? ;)


ENLACES RELACIONADOS 
Una buena visión no es sólo tener 100% de Agudeza visual 
Ambliopía u ojo vago -¿Qué es? Lo que nadie explica. 
Estrabismo. Otro enfoque de tratamiento más moderno y completo que el obsoleto parche


miércoles, 2 de marzo de 2016

LATERALIDAD IV: Análisis, señales y tratamiento

ANÁLISIS DE LA LATERALIDAD

Cuando evaluamos "la lateralidad" , evaluamos TODO el proceso de lateralización, para comprobar cómo se ha podido desarrollar a nivel funcional el cerebro y LO MÁS IMPORTANTE, DÓNDE SE PRODUJO EL PROBLEMA y por tanto, "dónde y cuándo se salió de camino correcto".



Por tanto, lo primero que hacemos es comprobar TODO EL DESARROLLO MOTOR GRUESO del niño. Si ha pasado por todas las etapas motoras gruesas, y si están automatizadas (el cerebro "no piensa" cómo hace esos movimientos). Gracias a esto comprobamos si cada hemisferio ha madurado correctamente y si el cuerpo calloso es fuerte.


En segundo lugar, comprobamos la preferencia de ojo, mano, oído, y pie. 
Debido a la influencia ambiental en el desarrollo de la preferencia por  un lado u otro del cuerpo, y lo que pueden afectar los aprendizajes sociales, tenemos todo en cuenta en la evaluación, buscando que el niño muestre sus respuestas de forma espontánea y sin saber lo que realmente buscamos ver en sus acciones. Sus respuestas viscerales son las que más van a reflejar su preferencia (con que mano se suena los mocos, con qué mano saluda, con qué mano se rasca... qué ojo prefiere guiñar, en qué oído se coloca el teléfono, sobre qué pie empieza a andar después de estar parado en una escalera mecánica....).

Con esta evaluación comprobamos si está practicamente lateralizado de un mismo lado en todas sus vías sensoriales (vista, audición y mano) y motoras (mano y pie). Destaco que NUNCA se espera un 100% de respuestas del mismo lado.

En esta fase de la evaluación comprobamos si:
  1. Está definida la preferencia por un lado del cuerpo. Si muestra en cada acción que utiliza un lado diferente, estamos ante una LATERALIDAD NO DEFINIDA: En consecuencia para cada acción emplea un hemisferio cerebral para procesar la información y responder. Por tanto, no hay un hemisferio dominante y otro suddominante. Las funciones de cada uno no están claras y el cerebro no está bien organizado. Destaco que hay AMBIDIESTROS o AMBIZURDOS que están totalmente adaptados, tienen un cuerpo calloso muy potente y suplen así esta situación que en teoría, es perjudicial para el aprendizaje.

  2. Dicha preferencia es cruzada de mano y ojo o de mano y oído. Si es así, estamos ante una LATERALIDAD CRUZADA: Implica un cruce de información entre ambos hemisferios para cada cosa que hace empleando la visión o la audición junto con las manos. Lo que ve u oye lo procesa un hemisferio y lo que ejecuta con sus manos el otro. Esta información requiere un camino más largo, su respuesta es más lenta e incluso puede ser erronea si el cuerpo calloso no es suficientemente fuerte para no perder parte de esa información visual o auditiva.
    La lateralidad cruzada de mano y pie no influye en el aprendizaje salvo que nos indica que no está lateralizado del todo (no muestra una preferencia clara por un lado del cuerpo) y tampoco van a afectar al aprendizaje las lateralidades cruzadas de ojo y pie o de oído y pie (salvo que el niño quiera ser de mayor deportista profesional, aunque según dicen, los deportistas con lateralidad cruzada son los más eficientes porque emplean los dos hemisferios). 

  3. La preferencia es del mismo lado en la mayoría de sus respuestas. Si es así, estamos ante en una LATERALIDAD HOMOGÉNEA.: En este caso tenemos un hemisferio con las funciones de dominante y otro con las funciones de subdomiante. A nivel de aprendizaje esta situación es la más eficiente porque muestra unos hemisferios más organizados en sus funciones que el niño plasma en su lectura y su escritura, en su orden al vestirse o al ordenar su habitación o en sus tareas, a la hora de estudiar o de organizar su tiempo, etc.
Una vez comprobado el tipo de lateralidad que ha desarrollado, evaluamos el desarrollo del cuerpo calloso. Para ello nos basamos en:

  1. La respuesta de una prueba bimanual.
  2. En la eficacia de la visión binocular que mostró en la evaluación visual optométrica previa.
  3. Y en las respuestas obtenidas al comprobar la etapa contralateral en la evaluación de la "secuencia evolutiva motora gruesa" antes comentada.
En cuarto lugar, comprobamos si tiene clara SU LATERALIDAD, es decir si conoce cuál es su izquierda y su derecha en él mismo. Y después si sabe indicarlo en otra persona, para saber si tiene clara LA DIRECCIONALIDAD (la orientación espacial de lo que le rodea teniéndose a sí mismo como punto de referencia en el espacio). Esto le permitirá dar mejor respuesta en la última parte de esta evaluación:

La comprobación de si comete inversiones visuales. Si no conoce cuál es su lado derecho o izquierdo o no sabe orientar las cosas, las letras o los números los escribirá al revés, cambiará el orden las letras en una palabra o de los números en una cifra, o de las operaciones matemáticas, o de las palabras en una frase o de la secuencia de una historia o los pasos de un problema,... mostrará falsas señales de DISLEXIA.


SEÑALES DE UN PROBLEMA DE LATERALIDAD

Un niño que presenta problemas en el desarrollo de alguna de las etapas de la lateralización puede mostrar:

  • Problemas visuales (ineficacia o mal desarrollo de alguna habilidad monocular o de la visión binocular)
  • Desorden
  • Desorganización
  • Procesamiento lento ante lo que ve u oye
  • Respuesta lenta o incorrecta (bloqueos)
  • Mala coordinación en sus movimientos gruesos (deportes o juegos) o finos (manualidades...)
  • Mal equilibrio
  • Problemas de lectura
  • Problemas de escritura
  • Dibujos y escritura sucia
  • Torpeza o incapacidad para aprender a atarse los cordones de los zapatos
  • No utiliza una mano como apoyo al escribir o dibujar, la esconde bajo la mesa o apoya su cabeza sobre ella
  • Dificultad en matemáticas
  • Dificultad para captar ritmos o para seguirlos (malos en música o bailando)
  • Dificultad en aprender los conceptos de tiempo y espacio (se les pasa el tiempo volando y no les cunde o se les hace eterno y están todo el tiempo preguntando cuándo va a ocurrir algo o cuándo acaban...; no estructuran su tiempo para hacer diferentes tareas, no organizan su espacio en el papel para escribir o para hacer una suma de varias cifras lo hace descolocado, no se situan en una calle conocida, no saben llegar solos a casa porque se perderían...)

TRATAMIENTO DE LAS DISFUNCIONES DEL PROCESO






La TERAPIA NEUROFUNCIONAL O DE LATERALIDAD, empieza a trabajar desde la parte de todo el proceso donde se quedó estancado en su desarrollo natural o dicho de otra manera, desde donde se salió de su camino correcto. Y desde ahí se le proporciona la estimulación que necesite para acabar el proceso bien.

No todos los niños (o adultos) que no están bien lateralizados, que son ambidiestros o que tienen una lateralidad cruzada, tienen dificultades en su vida o en su aprendizaje (o en su trabajo). Estos niños (o adultos) preferimos no tocarlos. ¡¡Si no tienen problemas para qué tocarlos!! Pueden ser inteligentes ingenieros, abogados o médicos y no manifestar nunca ningún problema.

Sólo cuando un niño tiene problemas de aprendizaje (de lectura, de escritura, de matemáticas, de coordinación gruesa o fina,...), retraso en el desarrollo general o le afecta a su conducta, autoestima o relaciones sociales, es cuando intervenimos para ayudarles a que todo les sea más fácil, como debió ser de forma natural.

Con esta terapia estos niños se hacen más coordinados en sus movimientos gruesos y finos, mejoran su equilibrio, mejoran la coordinación entre ambos ojos, mejora el procesamiento de la información que reciben, dan respuestas certeras más rápido, son más eficientes en general, mejora la escritura y la lectura, mejora su lógica, son más rápidos haciendo sus tareas, etc.


ENTRADAS RELACIONADAS: 
LATERALIDAD I: Aclarando conceptos
LATERALIDAD II: Proceso de latarelidad o latearlización y su relación con el desarrollo de la visión
LATERALIDAD III; Factores y tipos

OTRAS ENTRADAS
Qué es la terapia visual
Más información sobre la terapia visual
Casos en los que la terapia visual comportamental ayuda 
Qué son los reflejos infantiles o reflejos primitivos

miércoles, 24 de febrero de 2016

LATERALIDAD III: Factores y tipos. Lateralidad cruzada y ambidiestros.

ENTONCES, QUÉ DETERMINA LA PREFERENCIA POR UN LADO U OTRO DEL CUERPO

Primero es necesario que diferenciemos entre DOMINANCIA y PREFERENCIA. La Dominancia es con lo que nacemos predispuestos, y la Preferencia se determina por la fuerza de la genética y la influencia del ambiente.

Una persona puede tener una dominancia diestra y por "algún" motivo su ojo preferente ser el izquierdo. ¿Por qué?

Además, es necesario que sepáis que hay un poco de confusión en todo esto. Algunos neurólogos confirman que la dominancia del cerebro (o el desarrollo cortical de uno u otro hemisferio) crea la preferencia de ojo, mano, pie y oído y otros sin embargo, han demostrado que la relación predominio hemisférico y lateraliad no es abosluto.

Así, la dominancia/preferencia depende de los siguientes factores o teorías:
  • Factores neurológicos.- Algunos investigadores opinan que la preferencia hemisferica se puede deber a una mejor irrigación de sangre en uno u otro hemisferio.

  • Factores genéticos.- Esta teoría explica que la preferencia lateral se transmite genéticamente (si ambos padres son zurdos, o ambos son diestros la probabilidad de que el hijo o la hija salga zurdo@ o diestr@ respectivamente es mucho más probable que si uno es diestro y el otro es zurdo). Pero además, explica que la dominancia no es total, es decir, que aún teniendo claramente determinada la dominancia lateral (dominancia y preferencia coinciden), hay quienes realizan acciones con la mano no dominante (por ejemplo). 
  •  Factores ambientales.- Existe una influencia de los aprendizajes y del ambiental en general en el proceso de lateralización que marcará la lateralidad corporal. Por tanto, la lateralización es un proceso dinámico que está sometida a cambios y transformaciones en el transcurso de la evolución del proceso de la lateralización.

TIPOS DE LATERALIDAD

Según la preferencia de las 4 vías de información (manos, ojos, pies y oídos), podemos establecer los siguientes términos de lateralidad:
  • DIESTRO HOMOGÉNEO o LATERALIDAD HOMOGÉNEA DIESTRA, es aquel que utiliza preferentemente el lado derecho para prácticamente casi todo.

  • ZURDO HOMOGÉNEO o LATERALIDAD HOMOGÉNEA ZURDA, es aquel que utiliza preferentemente el lado izquierdo para prácticamente casi todo.

  • AMBIDIESTRO, AMBIZURDO O LATERALIDAD NO DEFINIDA, es aquel que utiliza indistintamente un lado u otro del cuerpo incluso para la misma vía y en la misma acción y en diferentes momentos. Ejemplo de esto es cuando unas veces utiliza la mano derecha para escribir, pero cuando se cansa, cambia el boli de mano y sigue con la mano izquierda, o inicialmente unas veces empieza con una mano y otras veces con la otra. 
                Esto es normal hasta la edad de 5-6 años. De hecho, antes de esta edad el niño debe poder manipular con las dos manos y darle experiencias a las dos manos para que se desarrollen las funciones de los hemisferios. A partir de esta edad ya debería ir marcando una preferencia por una mano determinada.

              • LATERALIDAD CRUZADA, es aquella en la que la persona no ha definido un lado como preferente y además, utiliza un lado para una vía y otro lado para otra vía haciendo la misma acción. En el aprendizaje las lateralidades cruzadas que más nos afectan son las de OJO Y MANO (para copiar) y la de OÍDO Y MANO (para dictados o tomar apuntes).

              • ZURDO CONTRARIADO, es aquel que siendo dominante zurdo le obligaron a funcionar con la mano derecha (forzar la mano es lo más común). 

              AMBIDIESTROS

              Cuando una persona es ambidiestra las dos mitades del cerebro no han llegado a estar completamente especializadas y no tienen claras su funciones. Hay quienes se adaptan a esta situación sin manifestar ningún tipo de problema y su vida y actividades trasncurre con normalidad, y sin embargo a otros sí les da problemas o dificultades en el aprendizaje de la lectura o escritura y en otras áreas, o incluso en su día a día.


              ¿QUÉ OCURRE EN LA LATERALIDAD CRUZADA?

              La lateralidad cruzada es la más común en los problemas de aprendizaje.

              Cuando un niño tiene un cruce lateral, la información circula más despacio por su cerebro y le cuesta más procesarla y responder adecuadamente. Necesita un cuerpo calloso muy fuerte para suplir esto. Y en ocasiones  parte de la información se pierde en un proceso más largo de lo normal.

              Cuando un niño diestro de mano utiliza el ojo izquierdo como preferente, la información visual se procesa en el hemisferio derecho y tiene que pasar la información a través del cuerpo calloso al hemisferio izquierdo que es quien da la orden a la mano lo de lo que debe copiar.

              Esto se complica aún más si utiliza un ojo como preferente distinto para lejos que para distancia próxima (ejemplo afecta al copiado de la pizarra y la verificación de lo que copia en el cuaderno).
              El proceso es tan largo que acaban borrando de la pizarra el enunciado de un problema y el niño con este problema no le ha dado tiempo a copiarlo o lo ha copiado mal.

              Lo mismo ocurre con el oído. Cuando un niño utiliza como preferente su oído derecho pero su mano preferente es la izquierda, su hemisferio izquierdo procesará la información que escucha y la pasará al hemisferio derecho para que de la orden de lo que la mano izquierda tiene que copiar. Si esto no se hace rápido, se pierde en el dictado, es incapaz de tomar notas o las toma mal (por ejemplo tomar nota de un simple número de teléfono).

              En estos casos hay que comprobar si es la mano o es el ojo/oído el que no coincide con la dominancia genética para saber qué debemos trabajar para cambiar.

              En todos estos casos, el ambiente ha modificado la dominancia. Un lado se ha desarrollado mejor que el otro a nivel de mano, oído u ojo y ha tomado las funciones de preferente.

              CARACTERÍSTICAS DE LOS DIESTROS Y LOS ZURDOS

              Los zurdos tiene como domiannte el hemisferio derecho, un hemisferio global y sintético. Son capaces de procesar la información con "simultaneidad visual", es decir, procesando varias cosas
              simultáneamente.

              Ejemplo 1: Una persona que busca "una aguja en un pajar" si es "secuencial lineal" mirará pajita por pajita hasta dar con la aguja; mientras que quien tenga "simultaneidad visual" mirará en global todo el conjunto de pajitas y verá la aguja.

              Ejemplo 2: Persona que tiene una excelente habilidad multitarea, es capaz de hacer BIEN varias cosas a la vez.

              Ejemplo 3: Persona que resuelve un problema utilizando la "síntesis", relacionando las partes y analizándolo como un TODO.

              A diferencia, los diestros tienen como dominante un hemisferio izquierdo más analítico y secuencial. Procesa la información usando el "análisis", resuelve el problema descomponiendolo en partes y analizando cada una ("secuencial lineal") y se centra en una sola cosa.

              Ejemplo 1: Buscará entre cada pajita dónde está la aguja.

              Ejemplo 2: Se tiene que CENTRAR EN UNA COSA y tras acabarla se pone con otra.

              Ejemplo 3: Analiza y descompone cada parte del problema, y lo va resolviendo POR PARTES.

              LATERALIDAD Y LENGUAJE (lectura/escritura)

              Cada hemisferio del cerebro tiene diferentes funciones referidas a la facultad del habla y del lenguaje, teniendo en cuenta que ambos no son idénticos. El hemisferio derecho trata la información de forma más global y el hemisferio izquierdo lo hace de forma secuencial y analítica.

              De ahí que cuando a un niño se le enseña la lectura en edades tempranas en ese momento es el hemisferio derecho el que está más desarrollado y aprende a leer de forma global (que es el aprendizaje que emplea el método DOMAN). Sin embardo, a la edad de 6 años el cerebro ha madurado (el hemisferio izquierdo toma el relevo en este area) y es más analítico. Quienes empiezan a leer a esta edad, lo hacen de forma secuencial y silábica.
              Por ello, cuando se intenta enseñar a leer de forma silabica antes de los 6 años el cerebro no está preparado para ello, y se le está forzando a esa situación que conlleva a futuros problemas en el aprendizaje de la lectura.

              Posteriormente a los 6 años, si ambos hemisferios están bien desarrollados e integrados, realmente el niño podría leer empleando ambos hemisferios y ambos métodos (global y analítico) para ser más eficiente en la lectura.

              Más información en esta otra entrada: Entonces, ¿cuándo introducimos la lectura?

              Además, cuando la lateralidad no está bien definida (el niño es ambidiestro, tiene lateralidad cruzada o es un zurdo contrariado), le dificulta aún más la lectura y la escritura porque no es capaz de leer en el sentido de nuestra lectura y escritura occidental (de izquierda a derecha), y a veces lee o escribe invirtiendo el orden de letras o palabras incluso, perdiéndose del reglón, saltándose letras o palabras, etc. Mostrando así erróneamente señales de DISLEXIA. La confusión que el niño tiene en las funciones de su cerebro lo plasma en la lectura y la escritura.



              ENTRADAS RELACIONADAS: 
              LATERALIDAD I: Aclarando conceptos
              LATERALIDAD II: Proceso de latarelidad o latearlización y su relación con el desarrollo de la visión
              LATERALIDAD IV: Análisis, señales y tratamiento.

              miércoles, 17 de febrero de 2016

              LATERALIDAD II: Proceso de lateralidad o lateralización y su relación con el desarrollo de la visión

              DESARROLLO DEL PROCESO DE LA LATERALIDAD O DE LATERALIZACIÓN

              Como os decía en la entrada anterior, este proceso es laaaaaargoooo y cualquier alteración en el mismo, entre el nacimiento y los 6-7 años de vida, puede hacer que no llegue a buen término.


              Cuando el niño nace su cerebro también "está en pañales". No está completamente desarrollado y es con lo que el niño se mueve e interactúa con el entorno con lo que el cerebro madura sus diferentes funciones.
              Cuando nacemos no tenemos una mano prefente, ni un ojo preferente (de hecho a un bebé de 18 meses le das un tubo para que mire a través de él y se lo coloca entre los dos ojos ;)), ni un hemisferio preferente...

              Eso casi es el final del camino de la lateralización.

              En los primeros años de vida, se le debe dar la oportunidad a ambos lados del cuerpo para que se desarrollen, para que ambos sean coordinados y su desarrollo lo más equilibrado posible. Esto corresponde a la ETAPA HOMOLATERAL, cuando el niño desarrolla ambos lados para CENTRAR LA LÍNEA MÉDIA LONGITUDINAL CORPORAL en el centro de su cuerpo. Esto permite que ambos hemisferios se desarrollen en igualdad.

              Si a un niño a estas edades se le condiciona desde el principio porque “parece que utiliza más una mano que otra” y no se le da experiencias a la otra mano, sencillamente se le impide que el hemisferio correspondiente se desarrolle con normalidad y eso provocará una mayor preferencia por el hemisferio correspondiente a la mano que más desarrolló. Una mano no debe ser la preferente, igual que un hemisferio, por el sencillo motivo de que el otro lado no se desarrolló.

              Cuando ambos lados han evolucionado en igualdad tanto a nivel motor (giros, volteos de cabeza y de cuerpo, y manipulación) como a nivel sensorial (percepción de sonidos desde ambos campos derecho e izquierdo, igual que la percepción de la visión desde ambos campos visuales, y la sensibilidad en el tacto de ambas manos), permite que ambos hemisferios vayan desarrollando sus funciones respectivas.

              Una vez ocurre esto, ambos hemisferios empiezan a comunicarse entre ellos. Esto corresponde a la ETAPA CONTRALATERAL. Se produce el desarrollo de una estructura nerviosa que es el CUERPO CALLOSO. Un haz de conexiones nerviosas que conecta ambos hemisferios y que permite el intercambio de información entre ambos y que la parte derecha del cuerpo sepa lo que hace la parte izquierda y al revés, para que ambas puedan funcionar JUNTAS de forma coordinada.

              Esta etapa se produce gracias al arrastre del bebé de forma contralateral (es decir, arrasténdose con la tripa pegada al suelo moviendo brazo y pierna contraria para avanzar o retroceder), al gateo y a la demabulación o marcha.

              Cuanto más fuerte, más repita y más marcado se haga este patrón cruzado o contralateral de brazo y pierna, más fuerte se hará el cuerpo calloso. Cuanto más practique el niño este cruce, más conexiones tendrá, y más rapida circulará la información y el intercambio entre ambos hemisferios.

              Antiguamente había padres que cuando su hijo se saltaba la etapa del gateo pensaban que "su hijo era muy listo porque había aprendido a andar antes que otros niños de su edad". Afortunadamente esto se piensa cada vez menos y se da mucha importancia a esta etapa ayudando al bebé a pasar por ella. RealmenteTODAS estas etapas son muy importantes porque en cada una el cerebro va madurando de una manera concreta, y si se salta alguna provoca un desorden en sus funciones cerebrales que refleja el niño mediante el desorden de su tareas o incluso de su vida.

              Cuando a ambos hemisferios se les ha dado la misma oportunidad para que se desarrollen en igualdad, y ya se comunican correctamente entre ellos a través del cuerpo calloso, se desarrolla la PREFERENCIA POR UN LADO DEL CUERPO a nivel motor (mano y pie) y sensorial (mano, oído y ojo).
              Como ya explicaré en la entrada siguiente, las preferencias que más afectan al aprendizaje es la de la mano, el ojo y el oído.

              Mientras esto ocurre, al mismo tiempo el niño aprende que tiene dos lados del cuerpo (derecho e izquierdo) y aprende a distinguirlo en él mismo (desarolla un ESQUEMA CORPORAL y unas REFERENCIAS ESPACIALES). Desarrolla la LATERALIDAD.

              Cuando lo tiene claro en él mismo, sabe llevarlo al espacio que le rodea, orientando su propio cuerpo en el espacio y los objetos respecto a él mismo o respecto a otros objetos, e identificando el lado derecho e izquierdo en las cosas que le rodean (sabe indicar direcciones, sabe orientarse en una calle, sabe orientar figuras,...). Desarrolla la DIRECCIONALIDAD.

               Y ésto llevado a la LECTURA le permite orientar las letras y los números, leer en el sentido correcto de izquierda a derecha, sabe ordenar las letras en una palabra o las palabras en un texto o los números en una cifra, o las cifras en una operación, sabe ordenar una historia...).

              RELACIÓN DE ESTE PROCESO CON EL DESARROLLO DE LA VISIÓN

              Ahora os preguntaréis qué relación tiene este largo proceso con el desarrollo visual, verdad? ¿Por qué nos interesa conocerlo y tratarlo a los optometristas comportamentales?


              El proceso de lateralización tiene una implicación importante en la visión, porque en cada etapa de éste se van desarrollando las habilidades visuales. Ambos desarrollos se producen de forma paralela y cuando uno falla, falla el otro.

              Por ejemplo, los niños con ambliopía u ojo vago o con estrabismo, NO TIENEN su línea media CENTRADA, sino que la tienen situada hacia su ojo bueno, por tanto, no desarrollan bien el hemisferio correspondiente al ojo vago.

              En la etapa homolateral igual que se desarrolla cada lado del cuerpo, y en consecuencia cada hemisferio, se desarrollan también las HABILIDADES MONOCULARES de cada ojo (agudeza visual, enfoque o acomodación, flexibilidad acomodativa y movimientos oculares). En esta etapa cada ojo funciona de forma independiente y usamos la visión de cada uno de forma alternante.

              En el caso del estrabismo o del ojo vago, uno de los ojos (aunque a veces incluso los dos,  uno más que otro) no desarrolla estas habilidades visuales monoculares correctamente, y en consecuencia uno de los hemisferios a nivel visual no se desarrolla del todo. En estos casos, ya se establece en este momento una clara PREFERENCIA FORZADA POR EL OJO MEJOR DESARROLLADO, que puede no coincidir con la lateralidad del resto del cuerpo o de su dominancia.

              En la etapa contralateral, cuando el niño empieza a arrastrarse y a gatear, desarrolla el cuerpo calloso y ambos hemisferios empiezan a conectarse y a comunicarse entre ellos. Igual ocurre con la visión, ambos ojos empiezan a funcionar A LA VEZ y como equipo (se desarrolla la VISIÓN BINOCULAR) y se desarrolla la VISIÓN 3D!!! El cuerpo calloso permite procesar junta la información visual que proviene de ambos ojos.

              Esta etapa no se desarrolla en los niños con estrabismo o con ojo vago. Su cerebro aprende a ver sólo con un ojo (siempre el mismo o alteranandolo). Y aunque gane agudeza visual con parches posteriormente, aunque con parches, con gafas o con cirugía el ojo quede alineado, EL NIÑO NO USARÁ AMBOS OJOS A LA VEZ, porque pasada esta etapa, el cerebro ya no sabe cómo hacerlo, ya no tiene las experiencias que necesitaba en ese momento y sólo la terapia visual le enseñará cómo conseguirlo.

              Finalmente se desarrolla la preferencia de uno de los ojos, que puede estar influenciada por el mejor o peor desarrollo de uno de los ojos. Ya no sólo a nivel de estrabismo u ojo vago, sino a nivel de una inmadurez visual funcional más leve de las habilidades monoculares.


              ENTRADAS RELACIONADAS: 
              LATERALIDAD I: Aclarando conceptos
              LATERALIDAD III; Factores y tipos
              LATERALIDAD IV: Análisis, señales y tratamiento.


              ENTRADAS RELACIONADAS
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              Ambliopía u ojo vago -¿Qué es? Lo que nadie explica.
              El misterio de 3D - Por qué unos lo ven y otros no.

              miércoles, 10 de febrero de 2016

              LATERALIDAD I: Aclarando conceptos

              Cuando hablamos de LATERALIDAD la gente piensa que se reduce a saber indicar dónde está la derecha y dónde la izquierda, o como mucho, si somos diestros o zurdos.

              Pero la lateralidad es mucho más que eso. Es un proceso muy complicado donde el protagonista es el cerebro y eso en sí, ya lo hace complicado. Dura los 6-7 primeros años de vida y el proceso puede alterarse en cualquier momento, causando muchas dificultades y muchos síntomas.

              Cuando hablamos de si somos diestros o zurdos, principalmente hablamos de "qué mano estamos usando para hacer las actividades motoras diarias", pero la lateralidad no es sólo manual, también es podal (pie), visual y auditiva, por tanto, es motora y sensorial (corporal). Y más aún, la lateralidad es también cerebral, porque prefiriendo un lado del cuerpo, hacemos preferente un lado del cerebro... Aunque... ¿quizás sea al revés?... ¿Quién fue antes el huevo o la gallina?

              DEFINAMOS LATERALIDAD


              La lateralidad corporal es la preferencia en razón del uso más frecuente y efectivo de una mitad lateral del cuerpo frente a la otra. 


              Si os fijáis en vuestro cuerpo, la mayoría de los órganos o partes del mismo son dobles (dos manos, dos ojos, dos oídos, dos orificios nasales, la dentadura es doble y "simétrica", dos pulmones, dos riñones, dos piernas..., dos hemisférios cerebrales) y todo está dividido por el EJE MEDIO LONGITUDINAL CORPORAL que divide nuestro cuerpo en "DOS MITADES IDÉNTICAS". Así tenemos el LADO DERECHO Y EL LADO IZQUIERDO del mismo.

              Pongo entre comillas DOS MITADES IDÉNTICAS, porque cierto es que no lo son en sí. Ni a nivel estructural y menos a nivel funcional. Por ejemplo, tenemos una mano más hábil y una mano más fuerte.
              A nivel cerebral pasa lo mismo. Cada hemisferio cerebral se especializa en diferentes áreas, y esto se desarrolla más o menos según la estimulación que tuvo el niño de cada lado de su cuerpo.

              CÓMO FUNCIONA EL CEREBRO

              Para entender el proceso de lateralidad y los términos de preferencia corporal y preferencia cerebral es necesario que sepáis que la informacion sensorial (visual, auditiva, táctil o kinestésica) se recibe en el hemisferio contrario al lado por donde principalmente entró dicha información. Y además, las respuestas motoras, se procesan y se ejecutan desde el lado opuesto de nuestro cerebro al lado corporal que realiza la acción.
              Es decir, lo que hace la mano derecha, lo ordena el hemisferio izquierdo.
              Lo que ve el ojo izquierdo lo procesa el hemisfério derecho.
              Y viceversa.

              Aunque también tenéis que saber que la entrada de la información, el procesamiento y la respuesta a un estímulo no se produce SIEMPRE en cruce.
              Esto es debido a un QUIASMA donde se produce la SEMIDECUSACIÓN de algunas fibras nerviosas a través de las cuales parte de la información pasa al hemisferio contrario, pero una parte de esa información permanece en el hemisferio del mismo lado.
              En la VISIÓN ocurre lo mismo, como podéis ver en la imagen. Parte de la información que se procesa en la retina del ojo derecho llega al hemisferio derecho pero otra parte se cruza en el QUIASMA ÓPTICO y pasa al hemisferio izquierdo. Igual se produce con la información que llega al ojo izquierdo.

              Todo esto se explica muy bien en esta entrada de este blog (Antroporama), así que para no repetirme, lo comparto con su permiso.

              FUNCIONES CEREBRALES

              Antes comentaba que los hemisferios no se desarrollan de manera idéntica, cada uno tiene sus funciones y en los primeros años de vida, el desarrollo del cerebro permite el desarrollo y organización de dichas funciones.
              Por tanto, el desarrollo es asimétrico, pero no solo a nivel superior de hemisferios, sino también de estructuras nerviosas inferiores (por ejemplo, el hipocampo, responsable de la memoria, su parte derecha está preparada para la memoria a corto plazo, y su parte izquierda para la memoria a largo plazo).

              El hemisferio de derecho analiza la información de forma global y sintética, mientras que el hemisferio izquierdo lo hace de modo secuencial y analítica.






              ENTRADAS RELACIONADAS: 
              LATERALIDAD II: Proceso de lateralidad o lateralización y su relación con el desarrollo de la visión
              LATERALIDAD III; Factores y tipos
              LATERALIDAD IV: Análisis, señales y tratamiento.

              miércoles, 3 de febrero de 2016

              Oliver Sacks, el alma entre neuronas

              (este artículo se publicó originalmente en 24stories)


              Sacks llegó antes

              El universo más incomprendido que existe es el que se encuentra en nuestro propio cerebro. Miles de millones de neuronas conectadas entre sí que, a partir de señales eléctricas y reacciones químicas, permiten que el cuerpo que lo alberga vea, se mueva, manipule objetos y, en un acto de magia, se pregunte sobre sí mismo y su situación en el otro universo. El de los planetas y las estrellas.
              Muchos investigadores, neurólogos, psicólogos y psiquiatras han escrito obras de altísima calidad, detalle y concisión sobre lo que la ciencia aprende sobre nuestro cerebro, y de cómo este controla y afecta a nuestro cuerpo, a nuestras emociones y a nuestras relaciones personales.
              Oliver Sacks hizo otra cosa.
              Sacks fue un intento fallido de investigador, un motero culturista a quien su madre llamó abominación cuando se enteró de su homosexualidad incipiente. Explica en su autobiografía, En movimiento. Una vida, esos primeros años de búsqueda de sí mismo.
              Desde sus comienzos en Londres a sus estancias en San Francisco y Los Angeles, observamos a un Sacks que dedica sus fines de semana a recorrer miles de kilómetros en moto, mientras de lunes a viernes dedica años oscuros a intentar convertirse en un investigador, algo que nunca consiguió debido a sus continuos descuidos.
              Son sus jefes los que en un momento determinado le dejan claro que ha de dedicarse a tareas clínicas, y de relación con pacientes, y lo que le lleva a Nueva York. Y es ahí donde Sacks descubre una droga más intensa que las muchas que lleva metiendo en su cuerpo durante años (y que narra de manera muy abierta en Alucinaciones): las historias de sus pacientes.
              Son historias que hablan de capacidades asombrosas, como las personas que tienen tono absoluto, y son capaces de describir cualquier sonido en términos de notas musicales, o incluso de frecuencias. Como el caso de Frederick Ouseley en Musicofilia, quien ya de pequeño decía  “papá se suena en Sol”.
              Son estas historias de enfermedad y drama personal y familiar, como la que cuenta en “El ultimo hippie”, del libro Un antropólogo en Marte, sobre los efectos de un tumor cerebral en un joven a principios de los años 70. Esta historia fue llevada al cine en 2011, con el gran J. K. Simmons en la piel  del padre del joven.
              Y relatos de curación, a veces temporal, como el episodio narrado en Despertares sobre pacientes catatónicos que despertaron temporalmente tras administrarles el fármaco L-Dopa, también filmada en 1990, con Robin Williams interpretando a Sacks.
              Pero, más importante, narra historias de aceptación. La ciencia de la neurología avanza a toda velocidad, pero todavía existen multitud de casos que no tienen solución, en los que los doctores e investigadores no saben qué hacer. Y Sacks se asombra, impresionado por cómo muchos de sus pacientes aprenden a vivir con ello, o a aceptar su destino inminente. Y nos lo cuenta.
              Como el caso de Tony Cicoria en Musicofilia, quien, tras una breve parada cardíaca, comenzó a sentir el deseo de escuchar tocar el piano, que pronto evolucionó a una necesidad perentoria de componer música.
              O el de Temple Grandin, descrito en Un antropólogo en Marte, doctora en ciencias animales, destacada en el ámbito de la ganadería pero con un autismo que le aleja de las convenciones sociales aceptadas, y que le lleva a tener una “máquina de abrazar” en casa, que le permite obtener esa “sensación de serenidad y placer” que a veces todo el mundo necesita, pero de manera cómoda y predecible.
              Ahora hay muchos más doctores, enfermeros o investigadores que relatan sus casos y cómo les influyen en su vida. Atul Gawande es un cirujano endocrino de prestigio que ha escrito grandes éxitos como Better, o Being Mortal. Antonio Damasio o Rita Carter nos han ayudado a los neófitos a entender mejor cómo funciona nuestro cerebro, nuestros sentidos, y, en definitiva, nuestro mundo.
              Pero es que Sacks, sencillamente, estaba aquí antes. Excepto por Aleksandr Luria, neuropsicólogo de la URSS con quien mantendría correspondencia durante muchos años tras descubrir libros suyos con casos clínicos tan parecidos a los que Sacks trataba de describir.
              En 2015, Sacks descubrió que un melanoma ocular del que había sido tratado hacía nueve años se había reproducido y propagado al hígado. Le quedaban pocos meses de vida y encontró al último paciente a quien observar: a sí mismo. Y en cuatro emocionantes artículos en el New York Times, describe esos momentos de confusión física, pero con una brillantez mental y literaria que pone los pelos de punta.
              Su párrafo final es una oda a la vida bien vivida.
              “Y ahora, débil, sin aliento, con mis músculos, antes firmes y ahora desvanecidos por el cancer, me encuentro pensando cada vez más, no en lo espiritual o sobrenatural, sino en lo que significa vivir una vida buena y plena – logrando una sensación de paz interior. Mis pensamientos se van al sabbat, el día de descanso, el séptimo día de la semana, y quizás también el séptimo día de la vida misma, cuando uno puede sentir que el trabajo está hecho, y puede, en consciencia, descansar.”

              miércoles, 20 de enero de 2016

              Problema de lectura.Implicacion de la visión IV (Movimientos oculares, testimonio y tratamientos)

              Y para terminar con esta serie...

              LA IMPLICACIÓN DE LOS MOVIMIENTOS OCULARES EN LA LECTURA




              Los SEGUIMIENTOS son necesarios para
              hacer una rastreo por las líneas del texto y leer más rápidamente.




              Cuando leemos este es el proceso visual cíclico que tiene lugar:





              Donde interviene la fijación  y el sacácido.

              Estos movimientos oculares los comprobamos en nuestra evaluación visual optométrica rutinaria y generalmente casi todos los niños que tienen problemas de lectura, tienen movimientos oculares imprecisos (el 95%).

              MÉTODOS DE EVALUACIÓN VISUAL OPTOMÉTRICA DE LOS MOVIMIENTOS OCULARES

              En este blog una colega optometrista cuenta muy bien las formas de evaluarlos, así que para no repetirme, comparto su blog.


              TESTIMONIO DE PROBLEMAS DE LECTURA POR UN PROBLEMA VISUAL.- JORGE

              Cuando hablo de movimientos oculares siempre me gusta recordar la historia de Jorge que leí hace ya tiempo en el Blog de Rosina Uriarte: Jorge no lee como los demás

              Jorge llega con su madre a la consulta del optometrista Carlos y esto es un fragmento de lo que ocurrió en las pruebas (en el enlace podéis ver la historia completa):

              (C: Carlos / J: Jorge / M: Madre)

              - C: “¿Te gusta el cole?” 
              - J: “No mucho… Me cuesta leer, es muy difícil y la profe me riñe porque lo hago muy despacio y me equivoco siempre.” 
              - M: “Leo con él todas las tardes, pero acabamos los dos agotados después de leer tan sólo unas pocas líneas. Conoce bien las letras, pero no acaba de soltarse a leer y cada vez va más atrasado en clase. La profesora está preocupada y nosotros también. Hace poco le llevé a un oftalmólogo y nos dijo que el niño ve estupendamente. Pero una amiga me aconsejó que viniéramos para que le echaras un vistazo.” 
              - C: “Habéis hecho bien, vamos a echar ese vistazo. Siéntate aquí Jorge, y dime qué letras ves allí iluminadas en la pared…” 
              - J: “M” - J: “B” - J: “S” - … 
              - C: “Muy bien, ésta ha sido fácil. Las letras han aparecido una por una. Vamos a ver qué pasa cuando salen todas juntas…” - J: “M, B, …(silencio)” 
              - M: “No lo entiendo, él las conoce perfectamente, ¿por qué no las dice?” 
              - C: “Jorge no tiene problemas de agudeza visual, ve perfectamente y conoce las letras por eso las dijo todas cuando aparecieron por separado. Lo que pasa es que sus ojos no trabajan bien realizando los movimientos sacádicos, que son las fijaciones a saltos de izquierda a derecha que son necesarias para la lectura. Le cuesta hacer estos saltos de una letra a otra, a la segunda letra se ha cansado ya del esfuerzo y no ha podido seguir. Vamos a seguir haciendo más cosas a ver qué tal…” 
              - C: “Jorge, mira la punta de este bolígrafo mientras yo lo muevo delante de tu cara. No dejes nunca de mirarlo, ¿vale?” 
              - J: “Vale.” 
              - C: “Lo estás haciendo muy bien, este boli se mueve mucho. No dejes de mirarlo y dime, ¿cómo te llamas?” 
              - J: “Jorge” 
              - C: “Bien, ¿y cuántos años tienes?” 
              - J: “Ahhh… (deja de mirar el bolígrafo para contestar)… Siete” 
              - M: “Jorge, ¡has dejado de mirar el bolígrafo!” 
              - C: “Sí, es capaz de realizar movimientos horizontales, verticales, diagonales y circulares con los ojos siguiendo un punto móvil, pero esto le supone tal esfuerzo y concentración que no puede contestar a preguntas sencillas a la vez. Por esto no podrá entender lo que está leyendo. Aunque adquiera la mecánica de la lectura, no podrá comprender el texto.” 
              - M: “¡Es increíble! Ahora queda claro porque le cuesta tanto leer…! 


              TRATAMIENTOS DE UN PROBLEMA DE LECTURA 

              Además del ya conocido tratamiento de logopedia que trata los problemas en las rutas sobre todo la fonológica, la optometría comportamental a través de la TERAPIA VISUAL COMPORTAMENTAL, trata:
              1. Los problemas de eficacia visual (habilidades visuales inmaduras e imprecisas que están afectando a la lectura -fijación, movimientos oculares, acomodación, convergencia, consciencia periférica-).
              2. Los problemas de procesamiento visual (habilidades perceptuales inmaduras, incluida la memoria visual, para mejorar la ruta visual).
              3. Los problemas en el proceso de lateralización desde donde empezó a fallar, que ayuda al orden de la lectura, al sentido correcto de la misma, al orden de las letras en una palabra y de las palabras en una frase...

              La terapia visual estimula las habildiades que estén fallando y no sólo las hace madurar, las corrige y las potencia, sino que además las AUTOMATIZA, es decir, LAS INTEGRA CON OTROS SISTEMAS SENSORIALES Y MOTORES DE NUESTRO CEREBRO, para que éste no tenga que preocuparse de ellas, y sólo lo haga de lo que lee.

              A nivel de lateralización, la terapia comportamental trabaja desde la parte del proceso donde empezó a fallar el desarrollo y lo lleva a buen término. Si no está bien definido como diestro o zurdo mira cuál es su dominancia y conforme a ello, cambia la mano o el ojo para que sus hemisferios estén bien ordenados y lo plasme en su lectura.



              ENTRADAS RELACIONADAS
              Problema de lectura. Implicación de la visión I  (Rutas del proceso de lectura)
              Problema de lectura. Implicación de la visión II (Todas las causas y profesionales que lo tratan)
              Problema de lectura. Implicación de la visión III (Cuando la visión es causa del problema de lectura)


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              Lectura y visión
              ¿Cuándo puedo introducir la “lectura” en la vida de mi hijo?
              Introducción de la lectura por el método tradicional. Influencia Visual.
              Entonces, ¿cuándo introducimos la lectura?
              Testimonio - Jorge no lee como los demás


              OTRAS ENTRADAS SOBRE LECTURA/PERCEPCÓN:
              PERCEPCIÓN VISUAL
              "PRECUELA" DE LAS HABILIDADES PERCEPTUALES: COLOR, FORMA Y TAMAÑO 
              HABIILIDADES VISUO-ESPACIALES
              HABILIDADES DE ANÁLISIS VISUAL
              INTEGRACIÓN MOTORA OJO-MANO
              INTEGRACIÓN AUDITIVA-VISUAL


              OTRAS ENTRADAS SOBRE LECTURA/HABILIDADES VISUALES:
              “VEO BIEN” = TENGO BUENA AGUDEZA VISUAL. Desarrollo de esta habilidad visual.
              EFICACIA VISUAL - MOVIMIENTOS OCULARES I
              EFICACIA VISUAL - ACOMODACIÓN Y FLEXIBILIDAD ACOMODATIVA I
              EFICACIA VISUAL - FUSIÓN (IV) ALGUNOS CONCEPTOS (CONVERGENCIA, DIVERGENCIA Y FORIA)

              miércoles, 13 de enero de 2016

              Problema de lectura. Implicación de la visión III (Cuando la visión es causa del problema de lectura)

              ¿Qué es necesario a nivel visual para poder leer bien?

              HABILIDADES VISUALES

              Si cuando empezamos Primaria partimos de unas habilidades visuales inmaduras e imprecisas, el cerebro no se puede preocupar sólo de APRENDER mientras lee a través de la visión, si no que se tiene que preocupar de CÓMO VE, es decir, de qué hacen sus ojos para poder leer.

              Cuando leemos, nuestros ojos están recibiendo una información visual y es necesario que TODAS las HABILIDADES VISUALES estén funcionando bien, por tanto deben cumplirse todas estas "premisas":
              • Debemos mover nuestros ojos correctamente por el texto, SIN MOVER LA CABEZA.
              • No debemos perdernos al cambiar de renglón.
              • No debemos saltar palabras ni inventarlas, ni repetirlas, ni cambiarlas de posición.
              • No debemos ayudarnos del dedo para no perdernos.
              • Debemos enfocar con el mismo esfuerzo con cada ojo por igual, para ver lo mismo igual de nítido.
              • Ese enfoque debemos mantenerlo el tiempo que dure la lectura.
              • Ambos ojos coordinados deben apuntar al papel del texto, ni más lejos ni más cerca para ver una única imagen estable.
              • Debemos leer cómodamente a buena distancia de trabajo (ni muy cerca ni muy lejos).
              • Debemos tener una postura corporal sentados correcta, sin estar moviéndonos en la silla constantemente, ni dar saltitos, ni sentarnos sobre una pierna, ni agarrándonos las dos, ni tirados sobre la silla o sobre la mesa.
               Para que TODO esto ocurra debemos tener:
              1. Buenos MOVIMIENTOS OCULARES: Mover nuestros ojos con precisión y rapidez (no nuestra cabeza) por las líneas del texto.
              2. Para ello, debemos tener una buena CONSCIENCIA PERIFÉRICA: que nos permita percibir la palabra siguiente a leer aunque no la miremos directamente, para que el salto a ella sea preciso.
              3. Buena ACOMODACIÓN: Enfocar al texto y mantenerlo nítido el tiempo que dure la lectura a una buena distancia y haciendo el mismo esfuerzo con cada ojo (que estén equilibrados).
              4. Buena CONVERGENCIA: Ver las letras quietas y sencillas (no ver doble) a una buena distancia del texto.
              SI SOLO UNA DE ESTAS HABILIDADES VISUALES NO FUNCIONA BIEN, falla alguna de las "premisas" y  LA LECTURA FALLA.

              HABILIDADES PERCEPTUALES

              Además,  cuando leemos, nuestro cerebro tiene que procesar lo que lee, por ello tiene que tener un buen desarrollo de las HABILIDADES PERCEPTUALES dado que al leer:
              • ORIENTAMOS EN EL ESPACIO las letras adecuadamenten para no confundirlas, tanto respecto a ellas mismas (ejemplo: no confundir b por d) o respecto al resto de las palabras (no descolocarlas en la palabra, en la frase o en el texto).
              • DISCRIMINAMOS las letras y las palabras para aprenderlas y no confunfirlas con otras.
              • IDENTIFICAMOS la palabra aunque cambie la FORMA (tipografía de las letras, mayusculas/minúculas, cambio de color incluso...).
              • MEMORIZAMOS VISUALMENTE las palabras para reconocerlas y leerlas más rápidamente (ruta visual).
              • MEMORIZAMOS VISUALMENTE CON UN ORDEN SECUENCIAL, para ordenar las letras en una palabra, las palabras en una frase y las frases en un texto; para que todo tenga sentido y entendamos lo que leemos, y el texto tenga un orden.
              • SACAMOS LA IDEA GENERAL de lo que leemos cuando entendemos el texto o para hacer resúmenes (FIGURA-FONDO),
              • Leemos EN GLOBAL para no necesitar que nuestros ojos salten entre cada una de las palabras del texto sino que salte entre grupos de palabras para que leamos más rápido; y además, incluso no tenemos que leer todas las letras de una palabra para reconocerla (CIERRE VISUAL).

              Tanto las habilidades visuales como las perceptuales no solo tienen que haberse desarrollado bien y estar funcionando con eficacia, sino que además, tenen que estar AUTOMATIZADAS, y esto lo consigue el cerebro cuando ya no piensa en cómo hace la lectura, sino que la hace incosncientemente, la procesa y aprende de ella. No se preocupa conscientemente de cómo usa los ojos o cómo procesa el cerebro.
              Cuando el niño lee, no tiene que pensar en cómo hacer conscientemente todo esto, si no en "qué está leyendo", "qué le está contando el texto", y APRENDER DE ELLO.


              PROCESO DE LATERALIZACIÓN (LATERALIDAD)

              Si el proceso de lateralización se ha llevado a cabo y a término con normalidad, cuando leemos:
              • Mantenemos siempre el mismo sentido de lectura de izquierda a derecha y leemos "nos" y no "son".
              • No saltamos palabras ni las inventamos, ni las repetimos, ni las cambiamos de posición.
              • Las palabras en el texto están ordenadas.
              • La historia que leemos sigue un orden secuencial en nuestro cerebro.
              • Procesamos lo que leemos siempre con el mismo hemisferio (lo cual lleva a utilizar siempre el mismo ojo como preferente), porque si a nivel visual no está clara la preferencia de un ojo, a veces se procesa lo que lee con un hemisferio y a veces con otro, por ello necesitaríamos un CUERPO CALLOSO muy fuerte para que ambos hemisferios se comunicasen bien y no se perdiera parte de la información de lo que hemos leído.

              REFLEJOS INFANTILES O PRIMITIVOS

              Por último, si hay algún reflejo infantil activo, provocará respuestas reflejas difíciles de evitar y si se controlan de forma consciente, suponen un esfuerzo extra para realizar la lectura. Esta inmadurez en el cerebro puede causar en la lectura:
              • Problemas de atención y concentración
              • Mala postura sentado frente al texto (tirado sobre la silla o sobre la mesa)
              • Estar en continuo movimiento
              • La distancia de lectura incorrecta (muy cerca o muy lejos, asimétrico acercando al texto más un ojo que otro...)
              • El movimiento constante de cabeza al leer en lugar de hacerlo con los ojos
              • Ineficacia de las habilidades visuales implicadas en la lectura.
              Solucionando todos estos problemas en el área que corresponda, la lectura mejorará automáticamente.

              Todos estos casos pueden o no coexistir con una dislexia.


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